La ñoaranza

ñoaranza: f. Esa especie de rabito, en forma fijada de remate o esquina de hule, con tres características comunes y constantes en sus distintas etimologías, a saber: impermeabilidad, pertinencia y catarsis (catarsis tan plausible que muchas noches, la ñoaranza, acaba por convertirse en estirpe de culto). || 2. Definida por los asirios como una contradicción torpe y manifiesta de agua en las laderas de los montes. Rechazada la teoría de coercitividad de William Payton por la Sociedad Perentoria de Ausencias en 1876, y postulada su invisible decadencia con la introducción de nuevas imaginerías electrónicas en segunda mitad del siglo veinte con posterior resurgimiento y énfasis a primeros del veintiuno. || 3. La ñoaranza: Canción de cantina de moda en los años treinta de aquel siglo. Rastro, voluta, gesto de serrín que vuelve en tróclea el carácter, después de una manifiesta sensación de plenitud gástrica tras su ingesta o remembranza, con la subsidiaria consecución de sus atributos reseñados, a saber: Impermeabilidad, pertinencia, catarsis y contradicción, y sobre todo, se me olvidaba, unas ganas incontrolables de andar de puntillas y con ojos rojos, tararear entre pasos y esperar que el mar se confunda otra noche y se equivoque de portal.